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J.I. El Príncipe de Nueva York Abraza Sus Raices Puertorriqueñas Y Sus Influencias De Big Pun

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El rechazo duele. Puede afectar tu autoestima, a la hora de tomar decisiones cruciales y a veces puede llevarte a la depresión. Pero también a algunos les da fuerza y motivación. Cuando  J.I., el Príncipe de Nueva York, tenía 12 años, no logró entrar al equipo de baloncesto, y esto le trajo mucha frustración. Yendo camino a casa, decidió que se enfocaría en desarrollar una capacidad que le permitiera al futuro rapero ser el mejor.

Unos años más tarde, en el 2019, J.I. firmó con el sello subsidiario de Interscope Records, G*Starr, y lanzó el mixtape Hood Life Krisis, Vol. 1  y Hood Life Krisis, Vol. 2 en diciembre del mismo año. Su éxito “Need Me” se ha convertido en disco de oro superando los 89 millones de reproducciones. Así como el single destacado de su primer mixtape, este tema potenció su presencia en la escena. Dio vuelta el clásico de JAY-Z “Best of Me, Pt. 2”, con Mya, remixando la batería y los pianos. Los cambios fueron básicamente inspirados en su amor por el reggae y el dancehall. “Recuerdo escuchar ciertos discos de reggae cuando era pequeño, y siguen guardados en mi cabeza hasta el día de hoy”, le dice J.I. a Remezcla.

También el joven rapero de ascendencia puertorriqueña se embarcó en un viaje que lo alineó y le otorgó la aprobación de artistas como Cardi B, las leyendas Jadakiss y Queen Latifah, y Drake, que cantó su canción “Used To” en una transmisión de Instagram.

“Mi prioridad es representar mi cultura. Me encanta ser quien soy y de dónde vengo. Siento que debo abrazarlo y aceptarlo.”, dice. Emergente de la línea de artistas en la escena juvenil del hip-hop, J.I ha reforzado su intención de establecer una conexión entre los Estados Unidos y los mercados latinos. Recientemente, sacó el hit “Spanglish”, donde hizo su debut bilingüe junto a Myke Towers. El tema marca un debut de ambos artistas, ya que la canción presenta a J.I rapeando en español (y hace referencia a “Cara de Niño Alma de Hombre” de Jerry Rivera). También es la primera vez que Myke canta en inglés.

“Le envié el beat que quería y le dejé que tomara las riendas de la canción. Normalmente yo lo hago… Pero quería ver qué haría él,” dijo. “Además de eso, lo vi como una conexión”. Es inspirador ver cómo los dos logran entenderse en ambos idiomas, aunque él habla un español precario. El EP de seis canciones Welcome to GStarr Vol. 1., lanzado en julio, ilustra varios estilos. Está el rítmico “Beautiful Girl” y “Love in The Club”, que sirven de bandera del movimiento. La destacada canción “Painless”, con Lil Durk, encuentra a ambos raperos rebotando mutuamente; J.I invita a NAV en “Painless 2”.

Justin Irvin Rivera, nativo de Brooklyn, comenzó a desarrollar el amor por la escritura a temprana edad , eligiendola como la asignatura que fácilmente se convertiría en su favorita. “Tenía talento para la escritura. Eventualmente, junté las piezas y comencé a hacer mi propia música”, dijo. Empezó a hacer freestyle a los 11 años de edad junto a sus hermanos, y no tardó mucho en publicar vídeos en Instagram, lo que le llevó a ser descubierto por el productor y rapero Jermaine Dupri, quien le aseguró un puesto en la segunda temporada de The Rap Game a los 15 años.

“Las personas en las que busco inspirarme son los mayores que llevan la delantera”, dijo el joven de 17 años. Formando un juego de palabras sobre el bum-bap, señala a Nas, Jay Z, Eminem y Big Pun como influencias relevantes. La contribución de Big Pun al hip-hop es lo que más me ha hecho resonar con él. “Lo que hizo por su gente, mi gente, nuestra gente, hizo que me enamorara.”

Creció en un hogar “Nuyorican” donde el hip-hop de la vieja escuela y los ritmos de Hector Lavoe eran la norma. Con el tiempo empezó a crear su propia música y a apreciar estos sonidos. “Es por eso que hice un esfuerzo para colaborar con Myke Towers, para acercarme a mi gente. Porque no estoy solo. Me encanta ser de este lugar donde nací, y no me avergüenzo de representar lo que soy.”

A medida que continúa evolucionando, quiere sumergirse en la búsqueda musical. “Todavía siento que no he encontrado mi sonido; creo que me queda mucho por hacer”, dijo. Su estilo para rapear, junto con las canciones que narran historias centradas en el desamor y el amor de la calle, reflejan la escena melódica actual y se fusionan con los ritmos caribeños que le vieron crecer. Hay mucho que esperar de esta joven estrella, y él sabe muy bien que esta es la génesis de todo: “Esto es sólo un vistazo de lo que puedo hacer. Quiero esforzarme para hacer mucho más”.